Estaba emocionada por probar estas gafas de “ciencia ficción”. El evento además contaba con otro atractivo para mí, se realizaba en el Espacio Molinos del Río_Caballerizas, un rincón especial en el que me siento muy a gusto.
Será por sus gradas de madera, que me recuerdan a una bolera de las que hay por tantos pueblos de Cantabria. Un bonito contraste el de presentar allí asuntos de Realidad Virtual, algo “tan moderno”, “tan tecnológico”, en un entorno con tanta historia detrás y que además evoca tradiciones tan antiguas.
El evento lo realizaban los chicos de Gloom Studio, una empresa murciana nacida en el año 2008, compuesta por un equipo joven pero con mucha experiencia en el mundo del diseño en 3D y en los motion graphics destinados a diversos campos como arquitectura, ingeniería y publicidad. Para ello utilizan los últimos avances en tecnología audiovisual, realidad aumentada y realidad virtual.
En la presentación nos enseñaron algunos trabajos y también se nos explicó la historia de la empresa Oculus, creadores de varios dispositivos de RV experimentales y aún sin comercializar para los que Gloom Studio está desarrollando contenidos, un proyecto que creció gracias a la financiación colectiva con la plataforma de crowfunding Kikstarter, donde consiguió una cantidad muy por encima de su petición de partida.
Pero vamos al lio, a mi propia experiencia con las gafas. ¿Cómo describir lo vivido?
Mareo, bastante mareo, sobre todo cuando probé la versión más avanzada, la más real. Paseaba por un edificio precioso, de líneas rectas, puras, rodeado de mar, pero caminaba excesivamente rápido y movía la cabeza de una forma brusca... Un error; eso aumentaba mi mareo, llegando a olvidarme por completo del ordenador, del mando que me ayudaba a caminar o a trasladarme de piso e incluso dudaba de si mantenía la cabeza recta. Demasiado novata en estas lides, a pesar de ser una firme creyente de las posibilidades que esta tecnología tiene no sólo en el mundo del diseño, la publicidad y la arquitectura sino en las aplicaciones en mi campo, en el mundo educativo.
Sin embargo, un nutrido grupo de jóvenes “tresdeseros” (así se llaman entre ellos, en referencia a quienes diseñan en 3D) espera con entusiasmo su turno. A ellos no hace falta explicarles para qué sirve cada botón del mando y tampoco tienen esa sensación de vértigo. Se mueven con más delicadeza y fluidez que yo, lo disfrutan. Hablan entre ellos del impacto que tendrá la nueva versión de Oculus en el sector de los videojuegos y yo me pregunto si sólo se quedará ahí, en sectores muy concretos, o llegará ser, como decía Tim Sweeney, uno de los fundadores de Epic Games, "una tecnología que cambiará el mundo, llegando a ser un fenómeno más importante que el de los smartphones". Espero, que si llega a ser así, lo vendan junto a pastillas para el mareo. :-)
Y ahora en serio, les invito a pasearse por la sección de Realidad Virtual del website de Gloom Studio y que, si tienen negocios innovadores que promocionar, les contacten para una cita. Están construyendo futuro.
DC: Jesús López nos ha enviado unas imágenes del final de la actividad:
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Yo también estuve en la interesante charla de Gloom Studio sobre Realidad Virtual, viviendo mi propia #UX. Había en Espacio Molinos del Río_Caballerizas una treintena de personas, arquitectos, interioristas y "tresdeseros" con los que charlar, incluidos los emprendedores de Vrelia, murcianos que han llamado la atención de varias empresas inversoras de Silicon Valley con sus dispositivos. Allí se han pasado el verano y ahora están por Murcia buscando el lugar idóneo para radicarse. Me pregunto si pronto podremos ver por aquí un negocio innovador apoyado en tres pilares: hardware, software y contenidos RV. Talento hay de sobra para hacerlo. Encuentro, networking, contexto fructífero para los negocios, esto es también Distrito Creativo. Sin mareos. ;-)
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